En todo acto de comunicación intervienen necesariamente los siguientes elementos: emisor, mensaje, receptor, canal, contexto y código. Si falla algunos de estos componentes no tendrá éxito.

Emisor: es el punto desde donde parte la información. Puede ser una persona, un animal o un objeto mecánico programado a tal fin, que envía una señal debidamente codificada. Cuando una persona quiere expresar algo y no encuentra palabras para hacerlo, se debe a que no es capaz de codificar su mensaje, por ejempló cuando un alumno contesta al profesor que le ha formulado una pregunta que “lo sabe pero no sabe explicarlo”.  

Mensaje: es la cadena de signos que se transmite de un punto a otro, es el contenido de la información.

Receptor: es el destinatario de la información transmitida. Es el que descodifica el mensaje, el que lo interpreta. Cuando una persona no entiende algo de una explicación se debe a que no es capaz de descodificar el mensaje, por ejempló, cuando un alumno pregunta al profesor porque no ha entendido la explicación.

 Contexto (o referente): el conjunto de signos que forman el mensaje se refiere a algo externo a los propios signos, es el referente de la comunicación. El contexto tiene una doble vertiente en su aplicación como elementos de comunicación. En primer lugar puede referirse al entorno lingüístico del cual depende el sentido y valor de una palabra, frase o fragmento considerado. Pero por extensión, se refiere también a la situación en que se produce la comunicación. Por ejemplo en dos enunciados como Los gatos negros traen mala suerte/ Se me pincho la rueda del coche y no tenía gato para cambiarla, en el primer caso la palabra gato se refiere (es el referente) al animal, en el segundo, a la maquina (referente) que sirve para levantar grandes pesos a poca altura. En ambos casos, tanto el contexto lingüístico como el situacional son factores de comunicación.

Canal: es la vía a través de la cual el emisor y el receptor entran en contacto, el medio físico natural que permite la transmisión del mensaje. El éxito de la comunicación depende en gran manera del correcto funcionamiento del canal. Por ejempló cuando hablamos el canal es el aire, cuando escribimos un carta el canal es el papel, si hablamos por teléfono el canal es el cable telefónico.

Código: para que emisor y receptor puedan entenderse ha de haber un conjunto de señales y normas común a ambos, esto es, un código de signos que  ambos sean capaces de interpretar. Si alguien nos habla en alemán y no conocemos su código lingüístico  no habrá comunicación entre nosotros.